¿En qué consisten los implantes y rellenos faciales?
El tratamiento con implantes o rellenos está especialmente indicado para modificar y moldear los ángulos faciales.
Se basa en la infiltración de materiales de relleno homologados, que colocados a distintas profundidades de la piel, atenúan y corrigen la arrugas estéticas, finas o profundas producidas por una pérdida de grasa y colágeno.
En este tratamiento se aplican materiales biocompatibles de origen sintético y totalmente reabsorbibles por la piel, como el Ácido Hialurónico. Su duración aproximada es de año a año y medio (de 12 a 18 meses).
¿En qué zonas se aplican los implantes y rellenos faciales?
Las zonas más comunes de aplicación son: entrecejo, sienes, orejas, cejas, nariz, pómulos, mejillas, mentón, labio superior y ángulo mandibular. Gracias a este tratamiento se pueden tratar casos específicos como:
- el relleno del surco naso geniano,
- descolgamiento facial,
- pómulos aplanados,
- relleno del lóbulo de la oreja,
- corrección de ojeras,
- rectificación nasal,
- perfilado o relleno de labios
- y ángulos faciales poco definidos.
Esta técnica de relleno apenas es invasiva por lo que los pacientes podrán reincorporarse de inmediato a la vida social y laboral. Los rellenos y los implantes faciales son indoloros ya que se aplican con anestesia local.
Los resultados son inmediatos ya que los implantes rellenan las arrugas.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Los implantes y rellenos faciales se suelen realizar una vez al año y pueden aplicarse en cualquier estación. Después del tratamiento se puede exponer la piel al sol siempre y cuando se utilice protector solar. Tampoco se aconseja masajear la zona tratada.